La batalla contra el Asolador es una de las más icónicas de Guild Wars 2 y, para muchos de nuestros jugadores, fue de las primeras experiencias que vivieron en el juego durante las primeras betas en 2010. Demostraba lo épico que podían llegar a ser los eventos dinámicos y que los conceptos que compartimos acerca de Guild Wars 2 podían ser y serían una realidad. ¡Incluso sirvió de inspiración para una canción la mar de pegadiza!
Por desgracia, con los años se consiguió trivializar la batalla aprovechando “zonas seguras” en las cuales la mayoría de ataques del Asolador fallaban, y cegar al dragón se ha convertido en la estrategia por defecto. Esto no solo hace que la batalla no sea un desafío (y que un dragón con una altura de cinco pisos no suponga un desafío indica que algo no va bien), sino que también causa problemas con un logro y partes de viajes legendarios que requieren que el jugador reciba daño de uno de esos ataques mitigados. El pobrecito Asolador quería cristalizaros a todos, ¡pero no le dejabais!
Además, desde 2010 hemos añadido muchos detalles interesantes al juego que esta batalla no está aprovechando. O mejor dicho, “no estaba aprovechando”. Hemos avanzado mucho en estos cinco años y queremos sacarle partido a la nueva tecnología.
Barra de desafío
Nuestro objetivo principal era solucionar el problema de la ceguera permanente. De este modo, los jugadores que necesitaban quedarse atrapados en cristal para completar ese paso de su viaje legendario podrían hacerlo. La “manera fácil” de conseguir esto sería simplemente hacer que ceguera no funcionara con el Asolador, al igual que con otros jefes del mundo. Pero cuando acabamos el desarrollo de Guild Wars 2: Heart of Thorns™, teníamos las barras de desafío en la cabeza y nos parecieron una solución más interesante. Pudimos añadir una barra de desafío a la fase “Tormenta de esquirlas” del Asolador, con lo que no solo resolvíamos el problema de la ceguera permanente, sino que añadíamos un elemento nuevo a la batalla. En esta fase, el Asolador alza el vuelo y llama a sus colegas para daros un poco de caña mientras os dispara rayos. Poder evitar todo ese follón con efectos de control de masas oportunos parecía un buen añadido.
También se han añadido barras de desafío a los nodos de cristal palpitantes que curan al Asolador; así los cristales no recibirán daño hasta que se agoten las barras. Además, estos nodos curan bastante más al Asolador que antes, así que no los podéis ignorar y causar más daño por segundo de lo que ellos curan. También hay un mensaje de aviso y un poco de demora antes de que la curación se active para que los jugadores tengáis tiempo de dispersaros y destruir los cristales.
Zonas seguras y los marcados
Hablando de los colegas del Asolador: que sepáis que han estado echando horas en el gimnasio. Era demasiado fácil ignorar o matar a los marcados, y ellos mismos tampoco eran muy eficientes a la hora de matar. Ahora, los aliados marcados del Asolador vienen con ganas de repartir leña. Los perros de roca y los devoradores acumularán vulnerabilidad y hemorragia respectivamente, y el que disfrutará abatiéndoos en los ataques de área de su jefe es el lugarteniente marcado (así como el minotauro recientemente añadido, el devastador marcado). Y no solo eso: ahora habrá oleadas de marcados patrullando que, si no les hacéis caso, harán añicos vuestro equipamiento de asedio. Os recomendamos que tengáis a mano objetos que eliminen condiciones y el aturdimiento. ¡Avisados estáis! (Un agradecimiento especial para Sean Hughes por su ayuda con las nuevas especies de marcados).
El Asolador también ha estado reflexionando y se ha dado cuenta de que atacar únicamente a los que tiene delante quizás no sea la mejor estrategia del mundo. Un teniente de dragón no debería ignorar a aquellos que están a seis metros a su izquierda, y disparar un mortero a la cara de un dragón debería tener consecuencias. Todos los ataques del Asolador se han actualizado de una manera u otra: arcos más largos, más alcance, más direcciones, más proyectiles o más objetivos. El único momento en el que os deberíais sentir a salvo al luchar con un dragón es cuando ya esté muerto o le llevéis una clara ventaja.
Equipamiento de asedio y planeo
El Asolador tiene el detalle de aterrizar al lado de un montón de equipamiento de asedio, así que lo menos que podéis hacer es usarlo. Para facilitar esta tarea, le hemos hecho un montón de mejoras. Los morteros ahora apuntan al suelo en lugar de tener la funcionalidad antigua de “1 para girar a la izquierda, 3 para girar a la derecha, mantén pulsado 2 para ajustar la distancia”. La habilidad Rondas de curación ahora es un ataque separado, así que para usarla ya no hay que cambiar el tipo de munición. Además, en lugar de salpicar un poco de curación, ahora también aplicará protección a los aliados y dejará botiquines que se podrán recoger. Es prácticamente imposible acertar todo el rato a unos aliados que no dejan de moverse con un proyectil de mortero con un arco tan alto… pero, en cualquier caso, seguro que agradecen que los botiquines les lluevan del cielo. Además de todo esto, el mortero ahora gira cuatro veces más rápido, porque antes era más lento que un erudito quaggan.
Las torretas hacen más daño y tienen más velocidad de disparo, con lo que su eficacia se asimila a la de los morteros. Además, ahora tienen una segunda habilidad que crea un campo de abrojos que incapacita y provoca hemorragia a los enemigos. Tanto los morteros como las torretas tienen efecto de control de masas en al menos uno de sus ataques, así que pueden ayudar con las barras de desafío.
Como esta actualización coincide con la posibilidad de planear por Tyria Central, también hemos añadido plataformas impulsoras que apuntan en dirección al Asolador. Los que tengáis el dominio de Planeo, podréis desplegar vuestro planeador en el aire y tendréis un lote de bombardero con el que tirar bombas a todo el que no os guste… y botiquines a quien sí os guste. No os sorprenderá saber que volar en medio de una tormenta eléctrica que rodea a un dragón tiene sus propios riesgos, así que un consejito: si veis que el dragón alza una pata con cara de “os voy a meter en un cristal”, estaría bien que usarais Planeo sigiloso. Los cristales no son aerodinámicos.
Recompensas
Un mayor riesgo tiene una recompensa más grande. El Asolador ahora tiene su propia categoría de logros, con doce logros y un metalogro que otorga como recompensa un nuevo objeto para espalda marcado. El cofre de recompensa diario ahora os garantiza dos objetos excepcionales en lugar de uno y un buen montón de experiencia. También podréis recoger vales para crear decoraciones inspiradas en el Asolador en vuestra sala de clan. (Un agradecimiento especial para McKenna Berdrow y para James Barwick por su ayuda con las recompensas nuevas).
Nos lo hemos pasado en grande trabajando en el Asolador y esperamos que flipéis con este nuevo desafío.