DIARIO DE RATA NOVUS: ENTRADA N.º 17
¿Sabes qué, diario? Puede que los ciudadanos de Rata Novus tengan información privilegiada.
Siento un gusto primordial al vivir en el subsuelo. El estar continuamente rodeada de tierra, sedimentos e historia geológica… es como si la propia Tyria te diera un abrazo de barro desde todos los ángulos.
Al haber nacido en Rata Sum, solo conocía la vida en la superficie (a excepción de aquella vez que me caí en aquella zanja tan profunda), pero ahora lo entiendo. Primordus nos obligó a vivir en la superficie, pero los ciudadanos de Rata Novus resistieron. Quiero pensar que, si hubiera vivido por aquel entonces, habría hecho lo mismo (y me habría enterado luego del problema de los chak antes de tiempo, por supuesto).
Ahora continúo con su trabajo. Es extraño, pero siento que… se los debo. Sabían que huir de los dragones no era una solución definitiva. “Debemos dar la vuelta, enfrentarnos a ellos y derrotarlos”. Esa fue la valiente filosofía que proponían (lo cual es irónico teniendo en cuenta que lo de vivir en el subsuelo se puede malinterpretar como esconderse del peligro). Les debo el terminar lo que empezaron, y esta vez es algo personal. ¡Ja! Lo decía en serio, pero luego me he dado cuenta de que suena a cliché… ¡pero es así! ¡De verdad! Seguro que es así como surgió el cliché.
En cualquier caso, Primordus es el primero de mi lista, dado que la mayor parte de mi investigación se centra en ese dragón, pero hace poco he dado con información sobre la bestia del Desierto de Cristal. Los Exaltados y los de Novus compartían mucha tecnología, y seguro que información sobre dragones también. A ellos les preocupaba Kralkatorrik como a nosotros Primordus. Eso es porque los construyeron los Olvidados. Ahora, los Olvidados estaban centrados en Glint, que era una antigua… eh… villana de Kralkatorrik. ¿O debería decir campeona? Sí. Una campeona que se sublevó y trató de proteger a todos los pueblos de los dragones (¡esa es mi chica!). Tras su muerte, hicieron lo imposible por garantizar la seguridad de su legado. ¿Y sabes dónde está gran parte de su legado? ¡En el huevo!
Me pregunto si al comandante le importaría que se lo pida prestado a Tarir para hacerle unas pruebas en el laboratorio…
Vale, tengo que tranquilizarme. Supongo que esa fue la lógica de Caithe cuando se largó con el huevo. A lo mejor no puedo (o no debo) traerlo hasta aquí… pero si hubiera algún modo de vigilarlo… Mmm. Esto hay que investigarlo.
Otro regalo de los Exaltados es el mapa de ley del que he hablado anteriormente. Ahora que el disturbio mágico se ha reducido, me ha parecido ver parte de la antigua energía de Mordremoth desviándose en cierta dirección. Digo que me ha parecido porque la verdad es que el movimiento de la magia sigue siendo tan errático que no se puede afirmar si hay un patrón. Además, tampoco sé lo fiable o preciso que es el mapa. Las pruebas recopiladas podrían ser engañosas… Una vez confirmadas, será el momento de escribirle una carta al mejor matadragones que conozco. Con suerte mi investigación validará los esfuerzos de los de Novus. Después el comandante y yo podremos “darnos la vuelta, enfrentarnos a ellos y derrotarlos”.